Hamilton dejó en claro que le parecía inconveniente, desagradable y provocador hacia la sociedad que tiene que ajustarse cada día mas.

Más allá de reconocer que los diputados y senadores deben ganar un buen sueldo lo cierto es que el mensaje hacia el pueblo no fue de lo más oportuno y lo consideró un disparate y una "tocada de culo a la sociedad".